lunes, 27 de abril de 2015

LA LLAVE SE ESCONDE por Anabella Zilli



La llave se esconde detrás de la cortina azul, poblada de mariposas.
El baúl esta debajo de la cama. Y en él, objetos, recuerdos, nostalgias, alegrías, sueños, escribo sobre él una frase cada vez que lo abro. Hoy dice. Pasado.
A veces lo veo vacío.
A veces está lleno.
No me sorprende si al abrirlo un objeto sale volando hacia otra habitación.
O si la muñeca justo llora al cerrarlo.
Pueden tener o no valor, pero están, como huellas, en el alma, en la piel, el olfato, la vista, los oídos. Laten, viven.
Una cajita musical, quedó afuera, sonó durante toda la noche, pero ya no la escuchaba, le di color, olvidé su sonido… recordé su movimiento, la bailarina, daba vueltas, giraba.
Mi mente también. Mi alma aun más.
No hay terapia que borre algunos recuerdos que duelen, tampoco hay objetos que no ocupen el lugar que uno le quiere dar.

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